Los niños que viven con perros y/o gatos son menos propensos a desarrollar alergias a dichos animales más adelante en la vida, pero sólo si el animal está bajo el mismo techo mientras el niño aún es un bebé, sugirió un nuevo estudio.
En comparación con los bebés que nacen en hogares libres de gatos, los que crecieron con éstos tenían aproximadamente la mitad de probabilidades de ser alérgicos a ellos en su adolescencia, según el estudio citado por Health.com
La exposición a las mascotas en cualquier momento después del primer año de vida pareció no tener ningún efecto sobre el riesgo de alergia, sin embargo, eso indica que el tiempo puede ser esencial en lo que se refiere a la prevención de alergias, señaló Health.
Pese a que no es posible saberlo con seguridad, los investigadores sospechan que la exposición temprana a alérgenos de mascotas y bacterias relacionadas con éstas fortalece el sistema inmunológico, acostumbra el cuerpo a los alérgenos y ayuda al niño a desarrollar una inmunidad natural. La suciedad es buena, dijo a Health la investigadora principal, doctora Ganesa Wegienka, al resumir la teoría. Tu sistema inmunológico, si está ocupado con la exposición desde el principio, se aleja del perfil inmune alérgico.
Éste no es el primer estudio que encuentra que tener un animal doméstico puede proteger a los niños de las alergias, pero es el primero en seguir a los niños hasta los 18 años.
Estudios anteriores han tenido resultados mixtos "algunos incluso han relacionado la exposición a las mascotas durante la infancia al aumento en el riesgo de alergias" así que es demasiado pronto para recomendar tener un perro o gato sólo para evitar las alergias en tu bebé, dijo David Nash, médico y director clínico de alergia e inmunología en el Hospital Infantil de Pittsburgh.
Al final, probablemente encontrarás que existen periodos de oportunidad para la exposición a los alérgenos y para algunas personas va a tener un efecto protector, dijo el Dr. Nash, quien no estuvo involucrado en el nuevo estudio. Pero estamos muy lejos de saber para quién resulta protector y cuándo es el periodo óptimo. De la misma manera, no regales a tu querida mascota familiar porque te preocupa que el animal provoque alergias al bebé que está por nacer.
Yo no me desharía de mi perro si tuviera un hijo, dijo Wegienka, epidemióloga en el departamento de ciencias de salud pública del Hospital Henry Ford, en Detroit. No existe evidencia de que uno debe deshacerse de un perro o de un gato cuando llega un nuevo bebé a la familia. Aún más, es posible que otros factores además de tener un perro o un gato en casa influyeran sobre el riesgo de alergia de los participantes del estudio, indicó Health.
En el estudio, que aparece en la revista Clinical & Experimental Allergy, Wegienka y sus colegas recolectaron información de 566 niños y sus padres acerca de la exposición de los niños a animales domésticos bajo techo y su historial de alergias, indicó Health.
Además, cuando los niños cumplieron 18 años, los investigadores tomaron muestras de sangre y los examinaron para detectar ciertas proteínas del sistema inmune (conocidas como anticuerpos) que combaten los alérgenos de gatos y perros.
Los adolescentes que vivieron con un gato durante su primer año de vida tenían un riesgo 48% menor de alergia a los gatos que sus compañeros, y los adolescentes que vivieron con un perro tuvieron un riesgo 50% menor de alergia.
Los autores sugieren que en las niñas no puede desarrollarse de la misma inmunidad que los niños, tal vez porque interactuaron de forma distinta con los perros que los bebés varones, pero eso es sólo una conjetura, indicó Health.
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